Si estás pensando en adquirir una vivienda de obra nueva te habrás planteado muchas preguntas. Una de las preguntas más frecuentes es ¿Qué ventajas tiene vivir en un residencial con áreas comunes frente a una vivienda sin ellas? Pues bien, de eso precisamente vamos a hablar hoy en este post.
Principales ventajas de vivir en un residencial con áreas comunes
Tener una piscina sin salir de casa, parques y jardines, zonas verdes, gimnasio… Está claro que vivir en un residencial moderno y actual puede tener infinitas ventajas que si has vivido siempre en un edificio convencional, nunca te has planteado.
Una vivienda con zonas comunes es sinónimo de calidad de vida para muchos. Por esa misma razón, es una de las opciones de vivienda más demandadas en la actualidad. ¡Te contamos porqué!
1. Tranquilidad
Una de las ventajas más características de los residenciales es que suelen estar situados cerca del centro de la ciudad, pero alejados de las zonas con más tráfico y ruidosas. De esta forma, los residentes tienen las ventajas de llegar en unos minutos al centro pero viviendo en un espacio tranquilo, sin ruidos, ni tráfico, ni excesivo tránsito de personas.
Una mayor tranquilidad está relacionado directamente con una mayor calidad de vida, por lo que tener un espacio donde poder relajarse y descansar en casa es una ventaja, frente a los edificios convencionales situados en zonas más concurridas y rodeadas del ruido de la ciudad.
2. Entornos más seguros y controlados
Otra ventaja es que gracias a las tecnologías existentes en la actualidad la mayoría de residenciales privados tienen espacios de acceso restringidos para residentes, con puertas de seguridad, domótica y videovigilancia. Incluso hay residenciales que cuentan con servicios de seguridad privada. De esta forma, se garantiza una mejor seguridad y un ambiente más tranquilo, donde los niños pueden campar a sus anchas en un recinto definido y controlado por adultos.
3. Zonas verdes y mayor contacto con la naturaleza
Los residenciales, además de tener sus propios espacios verdes, suelen estar ubicados en zonas con amplias avenidas rodeadas de jardines, parques, y zonas peatonales y con poca circulación. Vivir en un residencial no solo ofrece un espacio mucho más armónico y respetuoso con el medio ambiente, sino que el aire que se respira es más puro y el ritmo de vida más lento.
De esta forma, no solo se vive con más tranquilidad sino que constituye un estilo de vida de más calidad y más saludable. A todo esto se le añade el hecho de que los más pequeños tendrán un espacio en el que explorar la naturaleza y crear un vinculo con ella desde sus primeros pasos, jugando e interactuando con todo lo que les rodea. En resumen, un entretenimiento fuera de pantallas y móviles.
4. Más vida social y un ambiente familiar
Los residenciales con áreas comunes conforman el lugar ideal para que los más pequeños crezcan, jueguen y aprendan a relacionarse con otros niños y con la naturaleza. Las zonas comunes de los residenciales confieren seguridad, confianza y un ambiente familiar donde todos se conocen y donde saben que sus hijos van a poder jugar seguros.
Perfecto para vacaciones y verano, donde los niños están aburridos y pueden salir a un exterior controlado a jugar y disfrutar de la piscina y el calor, sin necesidad de tener que salir de casa.
5. Más salud y ahorro de tiempo y dinero
El hecho de tener dentro del mismo edificio todas las facilidades que necesitas tanto para descansar, como para hacer deporte o hacer un poco de vida social es una ventaja que a la larga te ahorra mucho tiempo que utilizarías en desplazamiento y en ir a un gimnasio o realizar otras actividades que ahora puedes hacer dentro del residencial.
Además, puedes realizar todas estas actividades mientras tus hijos juegan con otros niños en las zonas comunes contiguas, por lo que podrás disponer de un rato para ti y para cuidarte sin tener que depender de que nadie cuide a tus niños.
